Quiero compartir aquí, en
Liter(a)tulia, unas líneas sobre Chloé Delaume. Quiero dedicar estas líneas a
Alberto Estévez, que no tuvo la oportunidad de conocerla.
¿El libro?: “Una mujer con
nadie dentro”, que me remite, por momentos, a Paul Celan, y al siguiente poema:
Quien Se Arranca El Corazón
Del Pecho
Quien se arranca el corazón
del pecho en la noche, quiere (1)
alcanzar la rosa. (2)
Suya es su hoja y su
espina, (3)
a él le deposita la luz en
el plato, (4)
a él le llena los vasos de
aliento, (5)
a él le susurran las
sombras del amor. (6)
Quien se arranca el corazón
del pecho hacia la noche y lo lanza (7)
a lo alto, (8)
ése no yerra el blanco, (9)
ése lapida la piedra, (10)
a él le suena la sangre del
reloj, (11)
a él le da su hora el
tiempo en la mano: (12)
él puede jugar con pelotas
más bellas (13)
y hablar de ti y de mí.
(14)
Mi intención es generar un
tâte à tâte entre el poema de Celan, verso a verso -para lo cual citaré cada
verso del poema por su número-, y la escritura de Chloé: transcripta en cursiva
y numerada según la Edición de Arena Libros del 2016.
Verso 1- Ella, Chloé
Delaume,
“Se arranca el corazón del
pecho en
la noche” (y resalto noche, por supuesto).
la noche” (y resalto noche, por supuesto).
Página 102: “La
autoficción es del orden de la magia negra.
Engendra cadáveres desde que es nombrada, tendría que haberlo pensado
antes de hacer uso de ella, ahora es
demasiado tarde.”
Este riesgo es algo
rarísimo en los autores, por eso le reconozco a Chloé el derecho a auto
llamarse “heroína”.
No soy una experta, la verdad es que leo mucho, pero a muy pocos autores (a otros los conozco, no los leo, les echo un ojo, para estar informada), y este valor de “arrancarse el corazón del pecho” lo tienen muy pocos narradores: ¿Unos locos, algo o muy desesperados? ¿Quizás Samuel Beckett por momentos, aunque guiado por una mano racional? ¿Quizás el Henry Miller trepidante de los trópicos? Por supuesto, un poeta como Celan y una escritora como Chloé.
No soy una experta, la verdad es que leo mucho, pero a muy pocos autores (a otros los conozco, no los leo, les echo un ojo, para estar informada), y este valor de “arrancarse el corazón del pecho” lo tienen muy pocos narradores: ¿Unos locos, algo o muy desesperados? ¿Quizás Samuel Beckett por momentos, aunque guiado por una mano racional? ¿Quizás el Henry Miller trepidante de los trópicos? Por supuesto, un poeta como Celan y una escritora como Chloé.
Verso 2- “Quiere alcanzar
la rosa”:
Después de su experiencia
personal extrema, que Chloé haya sido capaz de crear una obra escrita de alta belleza en cuanto a su escritura,
me lleva a pensar en “quiere alcanzar la rosa”
como una expresión que puede remitir a ella.
En varias páginas Chloé
repite: “Escribe pues lo que has
visto, lo que es, y lo que debe ocurrir después.”
Verso 3- “Suya es su hoja y
su espina”: Chloé, como todo autor que “se arranca el corazón del pecho”, disfruta
del pétalo, pero siempre expuesta a la espina.
Página 104: “El Apocalipsis no es nada frente a la
renovación, la subjetividad puede modificar lo real, imponga los contornos de
su identidad, aquella que las acciones colectivas impuestas cotidianas querrían
disolver: ahí está el Fin de los
Tiempos. La autoficción es más que un
concepto literario, amplitud tamaño
natural es un arma potencial,
repito, repito, qué vida desea usted”.
Versos 4, 5, 6- Hoja/
pétalo y espina que depositan luz, aliento de vida (contra el suicidio en este
caso) y sombras en el amor: que es de lo que habla el libro, y no solo de las
sombras en el amor hacia los hombres, sino de las sombras de quien quiere ser
autor narrador heroína, que es donde Chloé deposita realmente el amor.
Página 72: “ Hemos sido tres, Igor, La llave y yo,
primavera verano otoño, un triángulo isósceles, una historia singular, bella y
alegre, sin leyes. Él era mi marido, ella era nuestra amante, geometría
variable, deseo fluido, pocos roces. Vivíamos juntos, una cotidianidad lúdica.
Sobre todo junio y julio, construcción de recuerdos certificados sin... pero
con mayúsculas. No busqué a la Llave. Ella vino hacia mí, se impuso en el
Nosotros, tenía amor por él, subrayando un matiz: lo amaba pero de mí estaba
enamorada. Cuando realmente entré en contacto con ella entendí dónde estaba el
escollo, amar, estar enamorada. No es en absoluto lo mismo. Tanto para la Llave
como para otros. Por mi parte, no sé muy bien. Me contento con amar, gradación
y Pantone, matices y Top 50, entrada salida entrada. Me contento con amar, a
veces es difícil.”
Verso 7, 8, 9 - La segunda
parte del poema es bellísima, llena de optimismo y veraz. Porque quien “se
arranca el corazón del pecho hacia la noche” y lo lanza a lo alto, realmente “no yerra el blanco”. También “lapidar la piedra”, me
lleva a pensar en esas mujeres lapidadas por la maternidad.
El capítulo LILITH
DOLOROSA, páginas 89-96, me pareció de una lucidez propia de una francesa, y
quiero explicarme: Francia, un país que tuvo vastísimas colonias en África y
que cuenta con una gran cantidad de emigrantes de estas zonas, puede permitirse
una visión de la maternidad que desde otros lugares es difícil concebir. Yo
conozco África con suficiente profundidad como para decir que este capítulo
expresa verazmente la situación general de las mujeres que emigran a Francia y
provienen de estas culturas exultantes de la mujer paridora:
Página 89: “Para usted el objetivo del juego se
encarna en la Familia, fase 2 de
acoplamiento que el cuerpo sea fértil, qué importan los medios con tal de que
haya embarazo.”
Página 91: 3. Perdóneme, ¿ pero acaso podría dejar de
reproducirse?
página 92: 13. Puesto que Francia cuenta con 500.000
huérfanos.
14. Puesto que la tierra cuenta con 143
millones de huérfanos.
16. “ Reducidas a la categoría de
animales, las mujeres del sector más
atrasado de la sociedad, las clases
medias “privilegiadas” y “ educadas”,
desecho de la humanidad donde Papá reina como amo, intenta chutarse
pariendo.” Valérie Solanas, Manifiesto
Scum”.
Este capítulo es descarnado
pero veraz, como he dicho doy fe de ello porque trabajo con mujeres de esos
países y conozco en detalle sus situaciones y penurias, de las cuales no pueden
escapar, porque existen en cárceles culturales. Si salieran… lo cual ocurre por
designio de la naturaleza, pues algunas no logran embarazarse, pasan a formar
parte del limbo, que Chloé elige tan bien, con ese verso que da en el blanco: “Con nadie dentro.”
Este libro muestra, no solo
expresa, qué representa ser un cuerpo del cual se ha desertado y hacia dónde
empuja: “Con nadie dentro” es una voz estremecedora por su hondura poética y
retrato de una sociedad donde el Estado pone a los niños en el mundo.
Página 13: “Deserté mi cuerpo hace años, no estoy ni
siquiera segura de haberlo habitado concretamente un día. A menudo la impresión
de flotar justo por encima, como si no
fuera otra cosa que una pequeñísima conciencia atada por un hilo a su sistema
óptico. Ignoraba que la vacante podía
ser visible para un alma exterior.
Ignoraba que eso podía tener consecuencias para cualquier otro que no
fuera yo, ese espacio orgánico que no sé
ocupar. Un vacío íntimo, verdaderamente
íntimo, ni siquiera privado.
Aunque, la pregunta que subtiende las
tres cuartas partes de mis libros sigue siendo no obstante un quién soy
explorado sin arneses. Quién soy, ¿verdad?,
quién soy. Tal vez exactamente
una mujer con nadie dentro.”
Celan dijo en una conferencia “Sólo manos
verdaderas escriben poemas verdaderos... por eso hay tan pocos poemas."
Creo que: “Con nadie adentro”, puede ser
contado como un verso verdadero.
Verso 11- También: “a él le suena la
sangre en el reloj”, me hace pensar en el libro de Chloé: “El grito del reloj
de arena”, que es un reloj de sangre.
Así empieza “El grito del reloj de
arena”:
Página 7: “Entre muchos hombres forzaron la puerta. Acurrucada allí dentro no
podía más que oír. Al hospital dijo uno demasiado tarde notaron los otros. Con
las suelas de los zapatos en los charcos de sangre circundaron el crimen.
Saborearon la realidad con harta satisfacción. Bebían cada gota forzándose a
creer forzándose a decir estuve ahí sin miedo sin asco sin shock sin disfrutar
los chillidos de la niña pringada de A positivo. Sorbían cada mechón de seso
descabellado forzándose a creer forzándose a decir vine a trabajar y no a
mirar.”
Verso 12- “ a él le da su hora el tiempo
en la mano”, para mí es el gran verso del poema, porque ese es el destino de “quien se arranca el corazón del
pecho en la noche”, es decir, que al pasar la propia vida por el tamiz de la
escritura, hay algo del destino que se queda en la propia mano, y el autor lo
sabe, como lo sabe Chloé:
Página 101: “La vida y la escritura tan entremezcladas, si me escribo muy de antemano corro el riesgo
de fijarme, sin contar el peligro de la autoprofecía. Tengo miedo, sí, lo
confieso. En este instante preciso temo
cada sílaba que cae sobre la página, como si mi destino se grabara libro de
vida. No me atrevo a definir el contexto por temor a que el año próximo resulte
real en sus mínimos detalles.”
Verso 13- Y, desde luego, siempre “juega
con pelotas más bellas”, que son las palabras, y en esto Chloé es una maestra, de hecho fue su gran pasión
infantil:
Página 11: “ Más allá del pavor solo está √ [terror
+ terror] x 2. Rechazo reproducir como rechazo modelo, bastaba con una vez
dejen una moneda. Sí aquí la llamo Silencio Mayúsculo es para que su voz
resuene ya que su lengua sólo era imitaciones afectadas.”
Verso 14 y último- “y habla de ti y de
mí”
No sé si ella habla de ti, pero sí que
habla de mí y de tantas mujeres que conozco.
Y aclaro que soy una persona que ríe
mucho y bastante desenfada cuando se puede serlo, aunque no rehuyo
experimentar la noche que es inherente a la condición humana. Por eso puedo
identificarme con Silencio Mayúsculo, puedo construir un personaje y cambiar de
nombre, y así salvarme por unas horas... como quizás haga Chloé.
Y ya para finalizar, cito a Zacarías Marco que me llevó por el camino de esta autora, mi último gran descubrimiento: “Se puede bajar a los infiernos en su lectura trayéndose de vuelta no sólo el equipaje chamuscado, también muchas flores imprevistas… “
Sara Veiras
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