Son
personas que quieren existir. Yo también quiero existir.
Son
personas que quieren más espacio para existir y me empujan en su afán de
hacerse con más espacio para existir.
Son
personas que vienen de una tierra plana y creen que empujar es hacer caer.
Yo
me desplazo un poco y no me caigo. La tierra se curva bajo mis pies y yo logro
existir sobre la tierra redonda, que es mi amiga, sin caer.
Son
personas aterrorizadas ante la posibilidad de perder el espacio que consideran
conquistado y se juntan unas con otras para defender ese espacio que llaman
suyo, y hacen una piña y juntas me empujan con fuerza para que yo no ponga en
riesgo ese lugar donde creen existir.
¡Qué
gran esfuerzo hago para mantenerme de pie! La tierra redonda me sostiene en una
curva peligrosa y yo me balanceo y logro mantenerme de pie en un trozo de
terreno que está un poco más allá, donde no hay agua.
Son
personas que gastan mucha agua en la ducha, dicen que así se despiertan mejor
para existir.
Son
personas que gastan mucha agua en las piscinas, dicen que ahí descansan mejor
después de tanto existir.
Son
personas que odian las manchas y el polvo y el dejar estar la tierra tal como
está.
Son
personas que crean objetos para borrar las manchas y liberarse del polvo y de
la maleza que consideran molesta y que necesitan podar para existir.
Son
personas que creen que toda la tierra es suya y vuelven a por más, vuelven en
grupo para despojarme de mi refugio árido y sin agua.
Son
personas que se trasladan sobre vehículos de cuatro ruedas enormes. Ruedas que
trasladan unas cisternas enormes. Cisternas llenas de agua para humedecer la
tierra y convertirla en buena para existir.
Son
personas que poseen una pala mecánica. Una pala construida con un material
punzante y de una fuerza imposible de superar.
Y
yo caigo. Y muerdo el polvo. Y miro de reojo.
Contra
el polvo no existo igual que cuando estaba de pie. Contra el polvo miro de
reojo y veo crecer un jardín verde con rosales y otras flores de gran belleza
para regocijo de quienes quieren existir más y más cada día, engrosando la
tierra plana con toneladas de un tipo de existencia llamada: rumiante.
Son
personas que necesitan tierras fértiles para engordar al ganado y luego
necesitan comerlo y luego necesitan purgar su propia carne de la grasa
acumulada a fuerza de tanto comer.
Son
personas que se limpian por dentro después de haberse ensuciado y que engullen
las bendiciones verdes que brotan a la orilla del agua traída por las cisternas
arrastradas por esas ruedas enormes que aplastan la tierra,
y
me aplastan a mí, que he caído y muerdo el polvo hasta quedar transformado en
tierra desterrada
incapaz
de
existir.
Sara Veiras
1 comentario:
Gracias a Literatulia por valorar mi voz. Sois un bálsamo para esta herida abierta que somos.
Gracias por seguir adelante en este año difícil. Gracias a Vuillard por su libro, y por un final maravilloso.
Aquí os dejo mi voz.
https://drive.google.com/open?id=0BzE55yOtu9YWVG5QbEd0MDlZQ3M
En este enlace podréis escuchar el poema.
Cuidaros. Sara
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