Quiero comentar el profundo asombro que me produce la cantidad de cuestiones que la lectura de mi cuento me ha devuelto. Es una experiencia frecuente, lo que uno escribe cobra un valor a partir de la lectura del otro. Es el otro, el lector, quien devuelve el mensaje en forma invertida. Me quedé pensando sobre muchas de las cuestiones que ni se me habían ocurrido cuando escribí Desvelo. En realidad, no hay una decisión definitiva sobre lo que uno quiere escribir. Va saliendo algo y, después de vuestra lectura, he escuchado cosas que, verdaderamente, me han conmovido. Qué curioso resulta el hecho de escribir. Supongo que pasa también en todo acto creativo, el otro también produce, y lo hace proyectando sobre la obra una mirada diversa. Especialmente me gustó el planteamiento que se hizo sobre el grito porque, efectivamente, su ambigüedad es calculada para significar que todo el cuento, en realidad, es como un grito ahogado. Finalmente quiero anunciarles que Desvelo aparecerá en un nuevo libro de cuentos que se llamará Demasiado rojo, que será publicado próximamente.
Gustavo Dessal
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