lunes, 16 de mayo de 2016

EL INFIERNO DE LOS MALDITOS, de Luis-Salvador López Herrero. Comentario de José María Merino.

En estos tiempos en que los géneros se desdibujan merece especial consideración El infierno de los malditos, conversaciones sobre el mal -libro primero- de Luis-Salvador López Herrero*. El autor, que ha publicado La cara oculta de Salvador Dalí  y Mito y poesía en el psicoanálisis, emplea esta vez sus sólidos conocimientos literarios y psiquiátricos para plantearse por qué el ser humano se deja seducir de manera tan intensa por el mal, a través de una obra en la que se entrelazan con especial sutileza lo novelesco, lo ensayístico y lo histórico.

         A partir del viaje de un supuesto psicoanalista francés a Madrid, Jean Luc Millet,  para organizar un seminario acerca del mal, y a través de reflexiones del propio psicoanalista y de conversaciones con personajes históricos  que se desarrollan en un espacio onírico, en noches sucesivas iremos conociendo la opinión y el sentir de sugerentes personalidades.  Plutarco y la Atenas de los siglos V y VI antes de Cristo  inauguran  los monólogos de presencias como Alcibíades, “ambicioso, manipulador, egoísta, insaciable, altanero, impulsivo, socarrón, seductor, lascivo...” mostrando su comportamiento a través de un jugoso anecdotario. Alcibíades se defenderá, y conoceremos el testimonio de Timandra, su última compañera, y de Sócrates.

         A Alcibíades le seguirá Calígula, que nos hablará de sí mismo y de lo que aprendió de Tiberio a través de una verdadera confesión tan moral y psicoanalítica como novelesca. Y mientras Jean Luc Millet lee libros que le interesan y pasea por Madrid, seguiremos encontrándonos en las noches con otros personajes, como un Nerón cuya confesión, con alusiones a Agripina, podría representarse teatralmente, tan  sugestiva y dramática resulta, o con Adriano, que viene a “ayudar en la travesía por el reino del desconsuelo”. Cierra esta primera parte de la obra San Agustín de Hipona, buscador de sabiduría, cuya historia de conversión no puede ocultar la lucha contra los disidentes y su pretensión  de “ahogar las voces enemigas: paganos, bárbaros, herejes”.

         Y es que si algo caracteriza a esta travesía tan rigurosa por la historia del mal desde la Grecia clásica hasta San Agustín, es su falta de maniqueísmo. Frente al concepto tradicional y extremista del mal, López Herrero presenta otras perspectivas, mostrando que no existe el bien puro, y que todo está contaminado por el mal.

         Un libro, en resumen, cuya excelente escritura expone, con el rigor tan ensayístico como narrativo al que aludí al principio, un interesante panorama sobre la presencia del mal entre nosotros, y que anuncia una segunda parte en la que continuará desarrollando el apasionante asunto.

         * EOLAS Ediciones, 2015
                           

                                                                  José María Merino

No hay comentarios: