Sobre la cuestión del
minimalismo, veo diferencias con Raymond Carver, uno de los representantes del realismo sucio. Aquí, en
Askildsen, se trataría de otro minimalismo, en el sentido de que hay algo de la
historia que está elidido, pero no está ausente. Porque con solo tres frases, por
ejemplo, uno entiende perfectamente las relaciones entre madre e hija y el
desagrado que aquélla muestra en relación a ésta. Y todo es así, nada se cuenta
del matrimonio entre el protagonista y su mujer fallecida, pero se señala la ausencia
de dolor, cuando la gente esperaría otra reacción ante la muerte de su mujer.
En esa ausencia de dolor por la pérdida, lo que subyace es una historia matrimonial
sin necesidad de hablar sobre ella.
También se me hizo patente la
violencia del relato en esos pequeños matices donde se muestran los deseos
incestuosos. Algo que es rechazado categóricamente por la hermana. Una
violencia del protagonista hacia su hermana. También aquí está elidida la
historia entre los hermanos, pero se hace muy evidente la violencia de uno
hacia la otra, una violencia que no tiene su réplica del lado de la hermana. En
este sentido, pensaba que estamos ante un cuento en el que no hay historia,
pero, al mismo tiempo, ésta se adivina, creo, de una manera precisa. Es decir, no
es que lo que no se cuenta está ausente, sino que está sugerido de forma
mínima.
Miriam Chorne
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