lunes, 29 de diciembre de 2014

Hamlet, de Shakespeare. Comentario de Amanda Goya

Trataba de recordar algo que dice Lacan en las lecciones de Hamlet: Es un hombre que duda, un hombre que no puede actuar. Pero no puede actuar solamente cuando se trata de llevar adelante la venganza, porque, por otra parte, Hamlet sí actúa. Por ejemplo, no duda en lanzarse sobre el telón y matar a Polonio en una especie de acting out. Entonces, no es un hombre pasivo, lo que no puede es realizar la venganza.

Como digo, uno de los planteamientos lacanianos consiste en la pregunta: ¿Cuando recupera Hamlet la capacidad de actuar? Es un elemento importante en la lectura que propone. Hamlet reacciona ante el duelo de Laertes en la tumba de Ofelia. Hamlet es testigo del grito desgarrador de Laertes por la pérdida de Ofelia, y en ese momento recupera la fuerza. Como se planteaba en intervenciones anteriores, la inhibición de Hamlet tiene que ver con la pérdida del ideal, en el sentido de que la madre se revela, únicamente, como un ser que responde a la voluntad de goce. Ahí se produce una caída del ideal. También cae el ideal de Ofelia, pues es incluida dentro de la categoría de las mujeres, cuyo paradigma es representado por la madre. Y ante la visión del duelo de Laertes, Hamlet recupera a Ofelia como objeto libidinal, Ofelia vuelve a erigirse como ideal femenino. Es uno de los lugares donde Hamlet recupera su deseo.


Amanda Goya

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