jueves, 22 de mayo de 2014

El muchacho que escribía poesía, de Yukio Mishima. Comentario de Teresa

Una de las cuestiones que me resultó más interesante del relato de Mishima es el desarraigo que las palabras tienen respecto a la vida. Quizá el autor, por ser adolescente, todavía no ha vivido esa vida, por lo cual no puede hablar de ella. Se decía que es así por el hecho de ser un adolescente. Pero no creo que se trate solamente de eso, pues un adolescente puede estar viviendo cosas, puede tener experiencias vitales importantes.

¿Cuáles son las impresiones que me ha trasmitido el cuento? Me parece que es autobiográfico, en el sentido de que hay algo autotransferencial. Creo que este cuento sólo puede escribirlo alguien que experimentó estas sensaciones en algún momento. Pero además, si se lee algo de su literatura, de su biografía, etc., uno confirma que estas impresiones entran dentro de lo posible. La sensación que tengo es que el muchacho escapaba de la vida por algo propio de él, no sólo referido a la edad. Habla de los poetas románticos, dice que en su relato los poetas románticos no tienen la maraña de barbas que los hacen viejos, sino que todos son jóvenes y bellos. Es un sujeto que, independientemente de la edad, busca continuamente la belleza como manera de defenderse de la castración y de las emociones que podía tener como adolescente. Apunta a que algo en él está negando su propio cuerpo adolescente, su propia pulsión –estaba anémico de tanto masturbarse. Busca las palabras desesperadamente como forma de defenderse de su propio cuerpo y de sus pulsiones. 

Teresa

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