martes, 4 de noviembre de 2014

Otelo, de Shaskespeare. Intervención de una tertuliana

Yo no soy una especialista en Shakespeare, pero me resulta apasionante. Pero me han sorprendido algunas de las cosas que se han dicho. Yo no estoy en absoluto de acuerdo con alguna de las ideas que se ha expresado aquí. Por ejemplo, no estoy de acuerdo en el planteo de que Yago representa el paradigma del ser humano que todos quisiéramos ser. No me lo creo. No todos aspiramos a lo mismo, de hecho hay una cantidad de esclavos que nunca han pretendido dominar nada, desgraciadamente.

La fascinación que siente Desdémona por Otelo no es cuestión de machos alfas. Lo que me parece es que es una mujer bastante ingenua e inocente, que no se da cuenta de muchas cosas de las que se están tramando, pero siente fascinación por esas cosas que Otelo cuenta. Para Desdémona, Otelo es ese héroe que a las mujeres nos fascina.

Otra cosa con la que tampoco estoy de acuerdo es que se dice que la obra teatral no permite que se llegue a completar un desarrollo de los personajes y sus acciones. Una obra teatral no puede desarrollarse a un ritmo de acuerdo con el de nuestros tiempos. Pero tenemos imaginación para rellenar huecos, cada uno a su manera. No tiene por qué dársenos el desarrollo completo.

Lo que me parece más fascinante, y esa es la palabra, es el lenguaje que Yago utiliza. Es lo que más merece la pena de todo. Creo que hay que estudiarlo detenidamente, porque es una filigrana la forma en que prepara todo con una carga de maldad fuera de lo común. Está muy claro el manejo de Yago sobre Otelo, un hombre bastante primitivo que cae en las redes de un ser maligno. 

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