Quiero exponer una forma alternativa de interpretación,
de análisis de lo que ha ocurrido en la sociedad alemana. Efectivamente, pienso
que Böll está describiendo el papel de la familia como metáfora de lo que allí
ha sucedido. Pero dándole vueltas, quizá quiera decir otra cosa, y nos
encontremos con una salida, con una situación de esperanza. Lo que está
poniendo en juego es una Navidad perpetua que se repite. No olvidemos el
mecanismo filosófico en el que se había basado la idea de Alemania, es decir, la
idea de Nietzsche del superhombre y el eterno retorno. Y quizá, lo que Böll
está diciendo es que no podemos seguir basando la nación alemana en el eterno
retorno, esa filosofía que cambió nuestras raíces.
A partir de ahí, ¿qué más me sugiere este cuento? Hay
distintos tiempos, el tiempo que transcurre e instantes privilegiados, el
instante del siempre. Para el cristiano, Jesucristo vino y lo crucificaron una
vez, no tiene que volver después de quinientos años para que lo crucifiquen otra
vez. Una vez y para siempre. Está el instante del Kairos, el instante de la oportunidad, el instante de la crisis, el
instante del juicio. Y Böll, lo que está diciendo es que necesitamos otra vez
la fiesta de la Candelaria, lo que necesitamos es que todo lo que ha pasado pase
por la basura, pero no para que no exista una continua Navidad, sino para que exista
otra Navidad, una nueva creación, porque esto es un simulacro.
El ser humano vive solo todos los instantes
privilegiados. Uno nace solo y muere solo. Pero solamente hay un instante
privilegiado que se vive de forma conjunta, la fiesta. Por eso es la fiesta de
la Navidad, fiesta que hace una nueva creación. Y lo que Böll dice es que todos
hemos participado en este circo, él también estuvo de soldado, Thomas Mann
también en la SS, Heidegger se calló, vamos a pasar todo eso por el olvido y
que exista una nueva Navidad. Igual no es tan desesperante y es una forma de plantear
cómo salir de ese atolladero.
Por otro lado, quisiera plantear otra cuestión. Por
las intervenciones que se han hecho, parece que la primera lectura de este
cuento sugiere la repetición, incluso se ha hablado de lo siniestro en Freud. Sin
embargo, desde el punto de vista psicoanalítico, cuando Freud llega al concepto
de repetición, plantea cómo podemos explicar que algo que es desagradable lo
traigamos continuamente a escena. Pero aquí, la tía Mila no estaba repitiendo
algo desagradable, estaba repitiendo lo único que le era agradable. No está
repitiendo en el sentido psicoanalítico creo. Mi pregunta es: ¿estamos hablando
de una historia de apego o de una historia de repetición?
Respuesta
de Gustavo Dessal a las cuestiones que planteaba Ignacio en la anterior
intervención: Para no dejar en el aire el comentario a la pregunta de
Ignacio, diré muy brevemente que, en efecto, parece haber una cierta
contradicción entre la idea de repetición como algo demoníaco, y el hecho de
que la anciana asuma esta repetición mecánica como algo que le proporciona
placer. De todas maneras, no olvidemos que el cuento encierra una alegoría. La
repetición no siempre muestra su carácter demoníaco de entrada. El sujeto,
paradójicamente, se encuentra bien en ese mal. Tiene que producirse una serie
de condiciones para que se le revele el carácter devastador de aquello que al
principio parece asumir bajo la forma del placer.
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